Tu inseguridad me asegura

Envidio tu seguridad,
me ahuyenta tu seguridad,
no cuido la certeza
de hablarte sin trapos
que oculten la definición
de tu infinita belleza.

Más no se llegar
a la calle donde vives
tal vez no me interese
al menos con permanencia
que tema caducar.
Prefiero segundos indecentes
que primeros sin meta,
aperitivos coherentes
a cenas pantagruélicas
de imposible digestión.

No quiero normas
que importunen el deseo
de morirme por tus huesos
que no acorralado por ellos.
Déjame inerte de rutinas
que no en su inercia ,
desátame de corduras
y enrédame en la locura
que aparque
al menos ese instante
en lo más profundo
de tus sesos.

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