No te quiero
Siempre he pensado
en casi todo, para dejar a la nada en ridiculo, me he alimentado del borde con
la inseguridad de lo vivido , en el extremo con la plena confianza en una
arruga o en un corazón que me ata a la irreal.
Carezco de más
interés, que lo que al resto no interesa, lloro y río por igual, a velocidad de
inestable consentimiento y sigo apegado a lo que me despega de lo urbano y me
acerca al mar, que me alimenta y evita mi suicidio contemporáneo.
Reniego con
premeditación y alevosía de la rutina, el mayor pecado, por encima de vicio
alguno. No entiendo de más peso, que la báscula me marque, ni más estupidez que
la propia sin que nadie sume idiotez alguna. Soy autosuficiente de imponerle
esposas a mi cuerpo y cabeza.
Con todo eso y con
mi nada, soy feliz de escribir y vivir por igual, si me dejas te pertenezco y
si me olvidas te lo agradezco, porque si no estoy en tu vida, tampoco te
quiero.