Me quedo
Me queda lo humano
ese esperpento
donde parar
el ajetreo de mi
cerebro.
Me quedo lo raro,
el extraño sentido
de una piel
desnuda.
Me queda el latido
de un beso húmedo
pegado a sus
labios.
Me quedo en el
aire,
suspendido
habiendo aprobado.
Me quedo contigo,
en el placer
que no está
marcado.