Abandonarte y vivir
Siguiendo la estela del universo, no me
pierdo salvo cuando aviso a mi mente, a que piense... dejándola en blanco y con
folios cayendo una y otra vez, me desperezo en un mundo, que me encantaría
compartir.
No me desespero, me incentiva ese lienzo, ese
otro paisaje que me niego a convertir, lo persigo con más aceleración de lo que
mis neuronas puedan llegar y como cuando corro, mi meta es tan cercana a ese
próximo kilómetro, que diviso con una belleza increíble a metros del horizonte
de mis ojos.
Haz la prueba, cierra los parpados por un
segundo, embelésate en un momento, no pienses en nada, ocurre sobre todo por la
mañana, después de una ducha clara y precisa, y un sueño a prueba de stress. Deslízate
y hallarás lo que nunca supiste que pudiera existir.
Si en ese momento, dejaras tu cabeza en
blanco y escribieras algo, mañana lo vería el resto del mundo, lástima que tu
mente interviene y corta el cordón umbilical con la vida. A veces es bello,
utilizar las tijeras, para abandonarte y VIVIR.