No esperes

Despierta y no esperes
no se hizo el mundo
para perdonar,
sino para andar,
para machacar los adoquines
sin reglas,
sin convivencias perdidas
sin obligaciones adquiridas,
solo un signo 
juega a ganador
en la carrera de la vida.

Todo empieza y todo acaba
en tí,
en ese personaje 
que destroza las sabanas
que se despereza sin remedio
y sale a castigar los relojes
con sus horas habitadas
con sus noches de luna,
y ese desnudo integral
que retuerce en orgasmo
el infinitivo del verbo vivir.

Karlos@