Fin de fiesta

Después de un genial fin de semana, el cuerpo se te queda pleno, la cabeza menos espesa que de costumbre y todo se vé más claro, es como si la niebla se dispersara. No hablo nunca de pensar mejor, sino de desligarte de todo y ligarte a la vida, cerrando los oídos a palabras necias de costumbre, y bien tapados... seguir andando, con quienes la locura no es una utopía, sino una ley de vida que disfrutar hasta los límites donde ayer creí haber llegado.

Hoy mi infinito es otro, te invito a vivir, si quieres te sientas a la mesa, si no, deja el hueco libre, estoy seguro, que mi vida viene a sentarse, cerca de mí.

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