Sentirse LOCO
Me
siento loco, loco para no atar, si no para dejar, para vivir como nunca,
extraer de todo, lo más. Loco por aprender de esa ecuación que a veces resta,
para poder sumar.
Me
siento como soy y quiero, cogiendo el bien y descargando el mal. La parte que
me sobra, la volteo sin piedad, y la que me pone del revés la obligo, con mi
locura, para que nunca deje de estar.
Soy
yo, sin apariencias, con el corazón en la yema de los dedos, con la nariz
oliendo hasta el adoquín más lejano a la parte de atrás.
Me
siento y siempre estoy de pie por quien pueda pasar. Así soy yo, y por mucho
que se empeñen nunca nadie ni nada, me podrá restar de ser como deseo y como la
vida me trajo, para ser un loco y poder vibrar.