Inquietante- MICRORELATO
Me alarma lo que reproduces en mi mente, en ocasiones no se
si te penetro o me traspasas, me confundes o me acongojas. Es temible sentirte,
volver a recrearme en la puntilla de tu tanga malva, descargarme por completo
de mí y quedarme contigo.
Consigues turbarme, me paso el día peinándote, repasando tus
labios, coges el copyright de mis neuronas y trazas una trenza que ni un
segundo consigo romper. Me has hecho destrozar mis horarios, dejarme la puerta
cerrada con las llaves sobre mi cama, salir despeinado con olor a edredón, a mí
que me precio de ser la curiosidad enlatada de Loewe.
Me traduces lo que no entiendo, hasta idiomas que nunca
hablé, mueves mis hilos con la certeza de no hallar marioneta más precisa donde
dejar tus manos. Me muero por sentir la yema de mis dedos bordeando la marea de
ese sujetador rojo que te colocas cada martes, como un reloj suizo de pulsera
inoxidable.
Reconozco tus rutinas, tus hábitos y tus vestidos, tu cara
soleada y de lluvia, de mí no creo que tengas nada, o al menos tan solo el
equívoco mío, de traerte a mi realidad que no es tu sueño.
Me quedo con tus ojos y la hora que mi despertador me
alarma, para gozar de tu mirada, en ese ascensor que a ti te lleva al sótano y
a mí, al infinito.