Virus "antisocial"

No soy antisocial, ni tengo alma de ermitaño, tan solo me gusta cada vez menos lo que veo en general y mas en particular, me quedo con el trozo de tarta que me endulza la vida, el resto engorda es pura grasa resbaladiza de la que va y viene, la que no tiene sentido. Quien ni siquiera sabe el sentido de su ser y estar, poco me puede ayudar, si su bastón es tan endeble, para mí es una simple paja que no sostiene ni el delito de no estar vivo.

No me creo nada, salvo lo que sale de mí cuando sale sentido, aprecio hasta el infinito un segundo de tu tiempo, un minúsculo apoyo, una leve sonrisa, una tierna caricia, admiro lo que pasa aunque dure un instante. Percibo la mueca inverosímil ante la amalgama de historietas vanas, con ese momento me quedo, permanezco y salgo a la calle a seguir sumando.

Me quedo con tu virus, con el que no duele ni resta, con el que llena mi vaso, hasta el borde y se derrama, porque no importa llenar la vida de tinta, si me dejas ese pincel con el que dibujar ese destino que sale sin esfuerzo, entra en la vida, y se queda dentro.

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