Historia de un tacón y su absurda existencia

Siempre he considerado que la altura del tacón es contraproducente y contradice las leyes de toda comodidad para dar un paso. El estirón es natural y se produce en la adolescencia y no en la altura de un zapato, y no se llega a ningún cielo cuando el dolor de la espina dorsal es tan importante que hace poco inteligente, subirse a un escalón de tanta altura para andar sobre manera y sobre la angustia de quien cae debajo de tan puntiaguda figura.

Vamos que lo de taconazo es un verdadero coñazo y lo de la estética, belleza y demás monadas de la muerte producidas por escalera de este tipo no es sino un signo de querer llegar a la altura que tu cabeza puede imaginar sin dañar la columna que produce su erguida existencia.

Entradas populares