En proporción a mi propósito de enmienda

Conforme pasa el tiempo
soy proporcional
a mi propósito de enmienda,
que hoy por hoy
carece de existencia propia.

No tengo recursos
para contrarrestar
la ingente demanda
de estúpidas indicaciones
y carezco de ganas
de rebatir hasta
los suculentos huevos
de cinco estrellas michelín.

Desecho lo aburrido
y no dejo ni bajar el parpado
de mi oído menos exigente,
tras la prima de riesgo
de caer en ictus letal
una vez, bajada la bandera.

Me pongo en lo que deseo
y me opongo donde no creo,
si me pides un cambio
te pasaré mi edad
y si me pides las ganas
te pasaré una mente despierta
que considera prescindible
pasar al debe, tu vida
teniendo en el haber,
la mía por vivir.

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