Padre, lo siento...

Padre, lo siento, he pecado de palabra, obra, pensamiento, virtud, honestidad, sinceridad y malversación de caudales privados, porque no había mas pecados que satisfacer. A fuerza de no ser sincero peco lo justo, porque lo injusto, sería hasta incorrecto para mí, que no para el resto.

Te puedo decir al oído o a gritos, que la experiencia que me concedes en revesa mis pensamientos, no entorno a tenerlo todo mas claro, sino a tener menos espeso que casi nadie necesita de mi esfuerzo, para cuatro gatos satisfechos de mi verdad, la mayoría casi absoluta carece de ser participe del intenso trabajo, de mantenerme tenso.

Ahora que el destino me encoge menos y me acoge mas lo que deseo, te agradezco la virtud de dejarme las lecciones mas sencillas y las elecciones menos complicadas para este instante. Hoy, mi edad me permite tirar menos de lo físico y mas de lo elemental, que es dejar atrás lo que nunca estuvo delante ni siquiera a la par.

Gracias padre, seas quien seas y lo que seas, fíjate que me importa un bledo dibujarte, aunque tenerte me ayuda a no estar solo, aunque en la soledad a veces es donde mejor me hallo, a pesar de ello, tengo mis "romances", aquellos que escriben los amigos que nunca dejo y que por ende impido que me dejen, aquellos que me dejan ver una puesta de sol de invierno y cuando se lo cuento, abren los ojos, se llenan de lo que siento y me devuelven la vida, porque la vida es estar con ellos y conmigo dentro. 

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