Vivir en el absurdo

Vivir en el absurdo, colgado de unas pinzas que no sostienen nada, ni la leve inconsciencia de tu deseo, ni un retazo de pintura que se queda en el pincel, un segundo después de abandonar la belleza de un lienzo. Será cuestión de dejar la cuerda, de dejarse caer, y notar que el suelo no ensucia ni una minúscula parte de tus neuronas, coger tiempo, recrearte en él y vivir prescindiendo de lo que hasta ayer parecía imprescindible.

No queda más remedio para vivir, que remediar a quién ni gritando llega a tus oídos, a quien no hace palidecer de gusto la parte que no piensa, porque para pensar ya están ellos, los que se paran de todo, parados de ellos mismos y solo avanzan en calles que no interesan.

Ahora solos, abandonados a la limpia sensación de una ducha que te despoja de suciedad, avanza raudo y veloz, comete la vida sin cuchillo y tenedor, háblale de tú, respetando la existencia y llega donde te dé la gana. ¿Alguien te puso las reglas, alguien te dijo que era mejor o peor, que se debe hacer o no ?... creo que nadie lo hizo, tan solo nosotros ponemos las vallas a una vida que nunca las tuvo, las prisas, el cansancio, la rutina, las reglas sociales, son la peor droga que probamos, la que nos lleva al absurdo de parar frente a la meta, aun sin fuerzas, sin ganas... avanza, estás cerca, porque nada ni nadie se ha creado para que dejes de sentir las letras que el infinito pone a tu disposición.

Entradas populares