Sin blindaje
No me resisto a no blindarme
sobre tu pared de acero, de acariciar la tez rubia de tu melena y saciarme de
tu veneno, me niego a no provocar al ambiente mas tenso a dura batalla sin
ganador pleno. Me niego a procrear mas que mis ideas, a ponerlas sobre la mesa
de camilla y viajar donde me lleve lo mas hondo de mis adentros. Me niego a que
mis pupilas no sepan lo que su dueño, ese ciprés angosto de nervios afilados y
sombra rectilínea siente en cada momento.
Momentos son mis impulsos, mi obra de teatro real, la mas veraz y sentida que deja rastro, un perfume que no es ambientador de mercado, sino de rosas que no se venden y que jamás nadie ha comprado. Me niego a no probar la piel que escondes, la ultima transición de un destino que ignora hasta el "einstein" mas sabio y el mas loco de los enfermos. Me niego a negarme porque si me niego, soy el error mas innecesario y mas prescindible para seguir viviendo.
Momentos son mis impulsos, mi obra de teatro real, la mas veraz y sentida que deja rastro, un perfume que no es ambientador de mercado, sino de rosas que no se venden y que jamás nadie ha comprado. Me niego a no probar la piel que escondes, la ultima transición de un destino que ignora hasta el "einstein" mas sabio y el mas loco de los enfermos. Me niego a negarme porque si me niego, soy el error mas innecesario y mas prescindible para seguir viviendo.