No me dejes

No me dejes

sin la senda de tu desnudez,
sin el vicio de tener
mi mente en tus labios,
quiero la sana paciencia
de andar muy despacio
en la hebra que dibuja
mi calma y a ti a su lado.

No me dejes
sin el placer de sentir
los sentidos que despiertas
cuando abres velas
entre mi piel y la arena
donde se clavan mis manos.

No me dejes caer
en la tentación de no vivir,
permíteme ser esclavo
del libre arbitrio de elegir
lo que mis neuronas dibujan
cuando me siento
a contemplar tu paso.