Mi propio kamasutra

Si me cae el entrecejo
me sube todo
a la postura supina,
soy capaz de sudar
hasta la ultima gota
y maldigo el tiempo
en cualquier calle
que se precie de tenernos,
es que estoy amando.

Si me importa nada
la nada que nos rodea
y me divierte ser pasto
de buitres desaliñados
que no me tocan la piel
y envidian el cielo
que pisan mis pulgares,
es que estoy vivo.

Vivo y amo,
apasionantes posturas
donde el kamasutra
no supo llegar.

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