Reniego de lo superfluo

Reniego de darte lo superfluo
adoquines sin sentido
no entran en mi catalogo,
no descifro crucigramas
de ecuaciones simples,
ni sostengo sujetadores
de ínfimos espectros.

Deseo la delicadeza
de la diferente suma,
que me provoque
hasta los limites
de un infierno
febril y ardiente.

No es mi sino
quedarme fuera
sino repasar dentro
hasta los últimos cabellos
de terrenos lascivos
y mas o menos sombríos.

Me puede el letargo
salvo las caricias
de terciopelo y sabana limpia,
no me escudo en alfombras
sino en el interior
donde el corazón clama
porque el alma llegue a tocar
el recóndito escondite de tu sexo.