Sin permiso de soñar

Nunca me permití ser descifrable
siquiera saber la letra
que seguía la contraria
a la izquierda de mi omoplato,
nunca me permití ser indiferente
ignoraba a la mayoría supina
de la ecuación menos inteligente.

Nunca me permití no amar
sobre todas las cosas,...
porque las cosas soñaban
a la altura del betún
donde tu las dejabas.

Nunca me permití soñar
preferí encontrarte,
amarte,
sentirte
y besarte,
y ahora que lo hago
nunca me permitiré dejarte.

Entradas populares