Me he retorcido

Más, sigo en la brecha
acostado sobre la almohada
donde existe una milésima
de un tiempo de horas
que guarece la envidia
de todo ser humano,
de hallar ese punto
donde la nada es tu neurona,
el silencio tu banda sonora
y ella,
el síndrome de tu locura.

Quiero ganar
la batalla al resto
de seres y tiempos
que mueren a tu lado,
y en esa guerra
donde tu llegaste
de la mano de dos seres
que en principio se amaban
solo queda descargar
toda la estela de tus sueños.

Sueños que saben de amanecer
y no de lunas,
esos que viven de lo real
y se encienden
donde ella te hace sentir.

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