Donde no ando a trompicones
No tengo pasión
por hallar un segundo lejano,
por encontrar algo intrépido
donde no hubo nada,
tan solo lo mismo
que ahora se resbala
por su boca,
tan diferente
como la saliva
que ahora decide
darme de beber
donde vive mi sexo.
No tengo pasión
por lo de atrás
ni por el impulso de llegar
donde tu no habitas,
no quiero mas
que lo que me das,
quiero darte hasta el infinito,
con el propósito
que me devuelvas,
no soy egoísta,
pero nunca tonto
no soy
el que se devana los sesos
para crearte un mundo
donde tu
no quieras vivir.
No tengo pasión
por la tontería
de allanar el camino
donde andas a trompicones,
donde no viajas en mi vagón,
donde tus túneles
son esos escondites
para darme tan poco
que no siento nada,
así que olvídate de olvidarme
porque en el olvido no habito,
sino en la vida
donde quiero pasar
sin pasar de vivir.