Si me paro en determinar porque no estas, pierdo el tiempo en donde estoy, si miro atrás, mi presente se queda cojo, mis arterias se entretienen en parques ambiguos donde mi cuerpo ya no pasa. No quiero flores que no miran mis ojos, no quiero miradas neutras hacia un futuro, ni el mas inmediato, no me importa el ayer, tampoco el mañana, no quiero mas de lo que quiero ni menos de lo que amo. Me solidarizo con el bosque que ha despertado, con la nube gris que pasea por mi cabeza, con las ramas no se si de otoño, verano o primavera de este tiempo imperfecto, y me quedo en ello, en la imperfección de mirar justo en la línea recta que separa mis ojos de lo que observo, en el justo segundo que ya esta palideciendo, acaso llaman vida a otra cosa diferente que esto?
Vine a vivir del todo, y es cierto no se definir el todo, pero todo lo que tengo lo cuido, lo observo y lo persigo si se escapa, justo hasta el próximo segundo que no esté a mi lado, mi todo es la nada que tiene vida, al menos el instante que vive junto a mi.