Quiero comerme los dias

Quiero comerme los días, sin cuchillo y tenedor, y casi sin servilleta, quiero amedrentar al amanecer y retarlo a esconderme hasta de mi, o al menos de esas neuronas que se sientan en la mesa, caducas y marchitas con ganas de joder, hacerles un rincón, cerca del contenedor que no tiene color y olvidarlo todo.

Desliarme del todo y hacer un pequeño vació en mi gran bosque, ese que posee árboles de todas las especies, corto numero de ellos, pero tan gigantes, que su sombra me tapa de la rutina, esos árboles que son mi cobijo y mi razón para deshacerme, aun en mi imperfección, no soy la belleza, ni siquiera un corto símil de ella, me deslizo en el mismo barro que el resto, pero sé, no naufragar y salvar valientes, atajar la gangrena de los días, y matar por ellos, porque sin ellos, la vida apenas existe.

No se si existen los demasiados, pero soy consciente que la química de la realidad no me permite darme del todo, he embarrancado cuando lo he hecho, me ha dolido hasta saturarme y ahora me quedo en mi barrio, donde a veces no sale el sol, pero no esta del todo nublado, me quedo con mi sonrisa y mis sudores de ansiedad, esperando las horas que me allanen, al menos tengo claro quien soy y siento, lo que me hace vibrar y lo que por contra, me pinta de ojos enrojecidos, pero con todo sigo andando, emparentando con energúmenos que alejo de mis adoquines y bailando un tango con quien merece respuesta, vosotros que sabéis quien sois, preguntad lo que os dé la gana, porque tengo ganas de contestaros el resto de los días, que esté en mi bosque

Entradas populares