Por dos razones

Te prometí que te encontraría,
que seguiría tus pasos,
que no delimitaría mi interés
a un sexo enamorado,
que los viernes son los viernes
pero tu ocupas mis semanas,
tal vez mis meses,
y ojala mi vida,
tu eres lo que para el instinto
es la provocación interna.

No eres un fin de semana,
sino un lunes cualquiera,
eres quien desea
un beso de mi boca,
en el trabajo,
entre los amigos,
quien busca en la agujas de un reloj
un segundo con mi nombre,
quien se deshace,
por el placer de tenerme dentro,
cuando estoy enganchado
con mi saliva
al final de sus pechos,
cuando busco su boca,
como el que busca
el sentido de estar
en esta calle,
a esta hora,
y siempre en el mismo lugar...
a su lado.

Te quiero por dos razones,
primera porque te quiero
sin que nadie me lo diga,
y segunda porque quiero
que estés eternamente a mi lado.

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