No vine a entender a nadie

Cada día que transcurre
dejo de pensar un poco mas
y cuando se me ocurre hacerlo
pienso que la vida
es un conjunto de instantes
donde haces lo que te viene en gana
con gente inteligente,
el resto resulta vulgar,
porque andas sobre alquitrán
en términos de polución,
engendrado en lo establecido.

No vine a entender a nadie
porque nadie es mi cometido,
a veces, cuando pienso
ni yo mismo me entiendo,
no pretendo entonces
entender al resto,
me agota las pocas neuronas
que gozan de una minúscula estabilidad
de la que tuvo el Titanic.

Mi equilibrio esta
en lo que me rodea,
en un cocktail imperfecto,
conmigo mismo,
mi equilibrio esta contigo
si tu me lo jodes,
prefiero no estar contigo
al menos hasta que consigas
la línea de flotación
que me devuelva el aire.

La eternidad,
la elijo para los gatos,
ellos son irracionales
yo, no.