Me saque el dedo de tu nariz

Me saque el dedo de tu nariz
no encontré nada,
ni un leve resquicio
de lo que iba buscando,
por fin soy ajeno a tus pasos,
estoy tan lejos
que ni siquiera tu calle
me molesta,
no maldigo lo que no tuve,
porque si no estuvo
pienso que tampoco fui.

Ahora quiero,
no querer nada, salvo a mi
preparar con sosiego mi calma,
acostarla sin esfuerzo,
levantarla sin complejos,
ducharla por rincones,
rompiendo telarañas del ayer.

Me quedo en mi soledad,
en la posición no compartida,
me quedo encantado,
un encanto, haberme conocido,
cuando lo haga,
no te prometo nada,
salvo ser lo que amas,
salvo ser yo quien te ame.

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