En el pecado de no besarte

Solo no quiero
ser libre de no tenerte,
ausente de la condena
de tu ausencia,
no quiero ser frágil
si no estas,
porque mi fin
no es la muerte
sino hallarte.

No exijo vida
que no te tenga,
ni días que no posean
las líneas de tus manos,
las ramas de tu cabello
que peinan mis dedos
resbalando entre las neuronas
donde se vuelca el deseo
que apagas en mi ser,
cuando mueres de placer
entre mis brazos.

No quiero soñar contigo,
sino vivir a tu lado,
no quiero vida muerta
que no me pervierta
de la ignorada utopía
de no sentirte dentro de mi.

No me dejes
en el pecado
de no besarte,
quiero tu boca
y que la muerte
me pille entre tus labios.