Creo en tus calles...

Creo en tus calles, en la forma que me embargaste y me dejaste dentro, sin deberte nada, en la forma que me dejaste pensando en ti, tanto que mis dedos bailaban con tus teclas, buscando los números a marcar para lograr alcanzar la pagina del destino donde imaginé que estarías besándome,  besándote.

No se si persigo mi imaginación o la tuya va detrás de mi, lo que se, es que no veo mas allá de tu ropa o miento, si que lo veo, veo tu desnudez esa que enciende el perfume de mi incienso allá donde no te puedo nombrar parte alguna. Eres incandescente y además no caducas, porque siempre te tengo en mi nevera, aunque no tengo sensación de frío, ni cuando me quitas la ropa, menos aun cuando me desperezo sobre tus pechos, cuando mi saliva te hace una transfusión sin mirar tu grupo sanguíneo, cuando me clavo en tu mirada, esperando que llegue tu orgasmo, mientras trazas una danza imposible de componer para un cuerpo real, me fascina el elemento que despide tu cuerpo cuando te tengo, traza un nudo especial, imposible de soltar, una liana que nadie puede siquiera empezar a rasgar.

Me tienes, aunque solo piense que lo haces, aunque mi almohada se deshaga en sus plumas con tu fotograma en mi cabeza, ese que consigo acariciar, cuando te invento y sospecho que tus neuronas también bailan un tango con mi cerebro, ese tango especial que es amarte aunque solo sea un segundo, conmigo dentro.

Entradas populares