Hasta que Dios me detenga...

No tengo la voracidad del tiempo
tal vez no tengo la serenidad
de las estrellas en calma
de la luna que asalta la noche
con la ingenuidad del niño inocente,
pero tengo el consejo de las horas
que llevo aquí dentro,
del trazado del parque
donde me recreo,
de las noches de insomnio
contigo dentro,
tengo el amor que despiden
las arterias que deambulan
en las calles de mi callejero.

No quiero mas que eso,
ni quiero ni saber mas,
ni esconder menos,
quiero ser lo que soy
y que seas lo que seas
me enamores tanto
que un segundo
sea un tiempo infinito
para no permanecer a tu lado.

No discurro ni pienso
fuera de tu senda,
ni se mas lejos
de donde no alcanza tu ignorancia,
no me contamino ni del aire,
y tan solo respiro
hasta donde el cielo alcanza,
déjame tu nube
para imaginarte
los días que no te tenga,
y el resto,
déjame tu cuerpo
para amarte
hasta que dios me detenga.

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