No me abandones al uso de los otros

No me permitas
ser hoja de otoño en abril,
no me dejes llegar a otro lugar
donde no habites,
no me dejes sin tus besos,
sin tu calma,
sin darle apellido a mi nombre,
no me canses de la rutina,
y déjame a tu lado.

No me permitas
que invente mi cárcel
para guarecerme del frío,
que cree mis lagrimas
para desesperarme por ti,
déjame esbelto y no hundido,
grítame cuando calle,
para que en silencio
me permitas estar contigo.

No me abandones
al uso de los otros,
persígueme
si no me encuentro,
hállame
si no quiero habitar
donde habitan tus labios.

Y si me encuentras
prohíbeme salir
fuera de tu cuerpo,
auséntame del mundo
con tu sexo,
y déjame ganar la vida
contigo dentro.