De la cuenta de ella


No tengo nostalgia
que no nacieras,
es impúdico obtener
de quien no esta,
la cruel estela
de una huella inexistente,
me puedo perder
cuando avance la oscuridad
y seguir persiguiendo,
me quedan retales
para continuar diluyendo
mis pasos
bajo la sombra del sol,
no es cierto
la falsedad del resto,
sino la belleza de la verdad,
la que duerme descansada
en los tacos de madera
que adornan el banco,
donde ahora espero.

Hoy llevo mi abrigo gris,
mi calzado añejo,
mi camisa en conserva
y en mis labios
llevo tus besos.

No se si pasar
por tu calle,
tocar tu timbre,
enviarme en un mensaje
o estudiar la forma
de sentir tu piel
sin que me toque el aire,
hace viento
me dejaré llevar,

Taxiiiiiiiii,
elija destino
lo demás
corre de su cuenta.

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