Tu cintura de avispa

Me gusta cuando te mueves
sobre el vagón de metro
cuando te sientas o te levantas,
con la parsimonia de un caracol
enredado con el aire,
me gusta la senda de tus piernas
que me llevan
al precipicio de tu intimidad,
tus medias acicaladas
con final en rojo tanga,
a descubrir
entre pase de piernas.

Me gusta tu cintura de avispa,
tus pechos proporcionados
vestidos de invierno
la silueta de tu sujetador
sobre tu espalda
y el masaje soñado
en la columna
que me eleva a tus neuronas,
donde sabes que te amo,
al menos los quince minutos
que paseo contigo
camino del trabajo.

Me gusta enredarme
al deseo
que vaga en tus dedos,
cuando se casan
en el agarrador frío,
calculo los centímetros
que me separan
y el volumen del aire
que no me deja tenerte.

Me gustas tú,
contigo vivo,
contigo sueño,
contigo despierto,
cada mañana,
me ducho a tu lado,
te peino,
te acaricio
te enjabono
y te hago el amor en silencio.

Próxima parada: tu cuerpo.

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