Rebelate contra ti...

No te evadas,

clama sobre la tierra

que pretendes,

déjate caer sin miedo

sin tapujos ni vergüenza,

no seas causante

de tu propia deuda

sino acreedora

de mi mente y cuerpo.

Rebélate contra ti

y enrédate conmigo,

sacia tu sed

con el río que desprendo

y si mañana quieres

volver a beber

no me lo pidas

en un sueño.

Ahora que estoy

cerca de tus manos,

deja que me dibujen,

no lamentes

lo que no hiciste

sino exige

volver a tenerlo.

Hagamos un trato

mientras sientas

a mi lado,

te firmo los días,

y sello tus noches,

dale al interruptor

y líate en mi esencia,

me doy sin reservas.

Y si mañana vuelves

no me mientas,

quiero que tu verdad

sea dueña de mis besos,

y tu cuerpo,

la sombra del mío.