Se me escapa el proximo vuelo...

Sentado al borde del precipicio
del asiento metálico
con billete sin destino aun,
embarcadas maletas
espero una sonrisa
que detenga el tiempo
bajo la sombra
de mi próxima lectura
y el reflejo de su abrigo
detenido por encima
de sus rodillas,
que manejan mis neuronas
en busca del punto
equidistante en el epicentro
de sus ingles,
con parada en el infierno.

Me recreo con ella
sin limitar la consciencia
de que no me devuelva
nada de lo que le pido,
ni la ruina del cambio
en moneda pequeña,
mas suspiro
por la química
que la seda malva
de su sonrisa
deja caer sobre la mía.

Y enganchado aun
en su trasero intrépido
sin despedida,
camino colgado
de sus piernas alargadas
hacía la misma pista
que su cuerpo.

Aun vago por su espalda
y por esos brazos
besando un bolso de marca,
con pulsera de plata y acero.

Añoro que no se volviera,
pero por un segundo
fue mi deseo,
la ilusión donde me engancho
para seguir vivo.

Os dejo, se me escapa
mi próximo vuelo,
espero que sea el de ella.

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