Me hizo gracia

Me hizo gracia
no comprender tus razones,
desafiar mi intelecto
para provocar
nuestro encuentro,
cansado de rodillas
mal dispuestas,
de mentes extasiadas
por el aburrido esperpento.
 
Me hizo feliz
saltar los obstáculos,
los tuyos y los míos,
la verdad y la necedad
ahora que te tengo,
me deshago en elogios
contra mí y por ti.

No me cambio
por nadie,
ni siquiera por ti,
porque si fuera tu
no te tendría a mi lado,
sería como ayer,
me tendría a mí
y ese deseo
no alcanzado.

No me saques
no tires de la cadena
con lento desdén
escucha mis rezos,
y apiádate de mi existencia
porque soy tuyo,
te cedo en alquiler
la renta de mi corazón
puedes destrozarlo,
porque sé
que nunca lo harás.

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