De la piel de tus pechos

De la piel de tus pechos
coso la ilusión a mi torso,
me enredo con la vida
en un baile de órdago
y le trazo una silueta
para que ni el destino
sepa perseguirme.

Me escondo
dentro de ti,
de las esquinas del mundo
y me descuelgo
de las agujas
que siempre ignoran
marcar hora alguna.

Y en el sostén del tiempo
le quito la cadena
a la tela que te cubre
y una vez
en el engendro de la creación
me permito andar
sin esfuerzo
donde camina el amor.

Te poseo,
como un poseso perenne
empeñado en tu deseo,
con el hilo
que nunca te esposa
que te hace libre
de saber que es contigo
donde mi vida
posee sentido,
y un corazón
para seguir vivo.

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