Todo pasa...

Todo pasa y no llega,

hasta lo mas seductor

abandona tus dedos

y el corazón más blando

te deja de soportar,

no eres sino un trozo de vela

marchitado por el tiempo

donde esperaba volar.

Y como no desespero

me enredo en el presente

de la mano de tu cabello

y con las uñas de tus labios

sumergidas en mi sexo,

me abandono en tus rodillas

buscando el punto

donde tu garganta

pronuncie la locura,

Y en el instante pleno

de la salvaje avenida

donde el cerebro vaga

por calles

aun no creadas,

me digas al oído

que me amas,

aunque solo sea

en la reducción del segundo

elevado a una neurona incrédula.

Aquí me propago y soy,

sin más billete

que la vuelta no deseada,

porque en el camino

transito con el alma llena

y los deseos por estandarte,

y con mi bandera

me clavo en ti,

en tu boca

en tus manos

y en esa parte de tu ser

que abandona el mundo

cuando yo entro.