Burbujas de lo real
Quiero
ser algo para alguien
anudar mi ser a tu ser
y en la distancia
permanecer
solo que no aislado
hundido y desahogado
de ti y contigo,
por eso
siempre te llevo
dentro de mí
porque eres como el agua
que sacia mi sed
cuando estoy
sediento de pasión,
sediento de ideas
sediento de inquietud,
eres una fuente de vida
para mis neuronas
te llevo y te lo dije...
Me quedo contigo
y te lo digo,
estas entre mi piel
y nada va a cambiar eso
ni nadie,
siempre estas conmigo
eres lo que perdura
eres lo que permanece
lo que trasciende
lo que rompe
con los esquemas establecidos
tú lo ves
y nos ves,
ni siquiera la distancia
puede cambiarlo,
parece que estuvieras
dentro de mí
y no precisamente
de manera física.
Eres como un orgasmo
te recreas justo el exacto punto
que me hace evadirme
y luego te alejas
en el justo instante que te añoro
y me dejas ese halo,
que me hace apasionado y vivo.
Aun siento tu escalofrío
impregnando mi piel
encolándose a mí ser
hasta olvidarme
de despegar del punto
en el que me dejas
y no quiero
abandonar mi sombra
sin ti,
prefiero quedarme
añorarte
que no seguir solo,
sin ti, a mi lado.
Me quedo
en tus manos
que no me atan
me sostienen
me quedo en ellas
permanezco sobre ellas
y tus caricias apuntan
hacia mi deseo
no le hieren
tan solo le dejan
el rastro que seguir
para andar las calles
que quiero,
vivir contigo.
Abierto tu ser,
de par en par,
me dejo llevar
hasta que la luna
pierda su nombre
y la noche caiga,
y el amanecer
me trae tus buenos días
y ese lindo despertar
que no entiende
de otras hojas
que las del calendario
que me queda
por vivir contigo,
por todo, me quedo
estoy
y soy
con tus labios
sujetándome a la vida
con tus dedos
instalados entre los míos
en un lienzo perfecto
solapados y conjuntados
en el subjuntivo del verbo amar
donde las burbujas
no son de aire
ni el amor es sueño
sino real.