En tu sombra...

En tu sombra,
tengo la testigo de mis devaneos
con la mirilla de los sueños,
tengo la ilusión que despierta
bajo el síndrome del destino,
poseo el mar que bravío me llama,
que endurece mi figura,
retornando al crepúsculo,
y en tu bosque,
quiero perderme
y ni siquiera encontrarme,
que sea la tela de mi piel,
la que a tu lado vague.

No me llames por mi nombre
deja que la suela de tus zapatos
me lleve donde el mar no tiene infinitos,
donde la sabiduría no se invento
y aun vivimos en la oscura inocencia
de mantenernos a pesar de todo.

Deja que la muchedumbre
no altere
la sana inconsciencia
de vivir en alquiler,
en compañía de la locura,
y de su mano
visitar los rincones escondidos
donde el resto jamás piso.

Déjame tus labios
para ser feliz,
para besar con los tuyos
y sentir la humedad de tu cuerpo
a través de la senda
que entre tu cuello y espalda
se dibuja con mi boca,
y a pinceladas
arrancar de ti,
el cuadro más bello
que jamás se haya compuesto.

Déjame tu corazón
para latir con el,
para susurrarle a la vida
que estamos a su lado,
que abrazados
a su primera letra,
rogamos la experiencia
la venia
para transitar en sus calles
y saltando a la otra acera
descubramos el lado opuesto
donde se oscurece el sol,
llega la noche
y el sabor dulce
de uno de tus besos.

Entradas populares