Donde los otros divagan...

No es vivir
sino sentir
tu cuerpo vibrante
tu ser desnudo...
en la calida embestida
de tu compañero de viaje
componIendo un dueto
sin tapujos ni mentiras
con la sola y ardua tarea
de ascender escalones
y mientras lo haces
dejar fluir tu sangre
en ese liquido
no neutro
que cabalga
desde las venas
por las arterias
hasta lo más recóndito
de ti.

Andar hacia ese lugar
que ni siquiera existe,
donde los otros vagan
 y divagan
 espesos y convergentes,
 en ese punto concéntrico
 donde dicen hacer
 lo que nosotros
 cubrimos de realidad,
 en ese punto
 somos y estamos
 permanecemos
 altos y erguidos,
 como un pezón apasionado,
 nuestros árboles
 son la luz
 que nos lleva al cielo
 donde brotan
 nuestros pensamientos
 donde nuestras ideas
 son calma y perversión,
 donde nuestros gestos
 son infames a las reglas,
 tal vez inútiles,
 a la vista ajena,
 pero tan sencillos
 tan factibles de utilizar
 que no caducan
 que no ser rompen
 que mañana,
 podría ser hoy
 que ayer no existe,
 sino que nuestro presente
 es ese calido recipiente
 donde seguimos
 escribiendo
 sin temor al destino
 sino acompañados
 por el,
nuestro diario de abordo
 donde descifrar
 lo que nunca se nos dijo
 y sin embargo,
hoy componemos,
 al lado de los que amamos
 vestidos de sentidos,
 hasta que nuestros valores
 acaben por diluirse
 con la tierra,
 pero no debes preocuparte,
 allá donde yacen
 las historias,
 donde perviven los cuentos,
 te seguiré amando
 cuidándote
 y viviendo...
 aunque sea en la memoria
 de lo que ahora tengo,
 cuando te toco,
 te miro
y sonrio contigo
 .

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