En el fondo de una estación...

Te he descubierto, al fondo del metro, aligero mi paso hasta encontrarte, entre la vieja decrepita, y el desalmado recien salido del talego, el viejo de barba de hace unas cuantas semanas, tan despoblada como su calva, negocio con los niños que me dejen el espacio para saltar al otro vagon, despues de tropezarme con los leggins negros de la hippie o indefinida, ausente del mundo, ojos marcados con plastidecor, y cara blanca como la espuma del mar...enderezo mi figura casi desde el suelo, y marco las pautas con mis botas negras, hacia tu paso... aun no llego ni a ver tu sombra, se que estas ahi o no te has metido en este vagon de la linea roja, numero dos, hacia Santo Domingo...?

En este vagon no te encuentro, no se divisa nada entre el sudor de julio y el principio de agosto, esa humareda de recien duchados de nada, bajo el aroma de legrain y el perfume de un barriobajero estanco de polucion y olor... y sigo, me marchito entre cada banco y le saco historias a cada personaje, mi mente, no para, casi tan rapida como mi ansiedad de hallarte, ni las notas musicales de Machin, cantadas por un acordeon mas antiguo que la chelito, me hacen despistar mi proposito, te persigo con mis neuronas, un asiento y otro, se suben dos jovenes chinas, dos desarrapados de gorro de cuadros, mientras me bajo, y cabalgo por el anden, hacia otro vagón... en este tampoco estabas...me quedan dos oportunidades para hallarte...

La velocidad de mi sangre, surge a borbotones y mis arterias se ponen a bailar tango de baja sensualidad y mal encanto, no seducen a nadie... me llevan a aligerar todo mi ser, raudo, veloz, aminorado por el desencanto de no hallarte... y alli esta, el incredulo simil de Ismael Serrano, jodiendo las baladas de mi cantautor favorito, me gustaria pararme, besarla, mientras oigo ese maltrecho dial de la cara b de su mas anciano disco... pero no estas... veo al fondo tu sombra, pelo azabache negro, tu espalda desnuda, pendiente de aro pequeño plateado... te agachas, te vuelves, oigo tu sonrisa, veo tus ojos... pero no eres tu... como un vomito reprimido mi estomago estalla, todo se mueve mas rapido, aunque por un segundo el tiempo parecia haberse detenido, pero vuelvo a pisar, a pasar delante de quien creia poseia tu mirada, y sigo camino de ti...

Suben cien, mil, parece un maremagnum de sudor lo que se arremolina en la puerta, apenas dejan bajar, al viejo se la ha caido el baston, que sujetaba su endeble figura, le apoyo con mi mano, y sus venas majestuosas y gruesas, se detienen sobre las mias, mientras siento un relampago de corriente, que se pierde en mi cuerpo, me quedo envuelto de sus canas y sus cansados ojos, rojos, piel morada de alcohol y barba perenne... su olor aun sepulcral, parece sacado de un jardin de rosas... mi tiempo se para, se detiene todo... me quedo solo en el anden, apenas puedo moverme como si hubiera alguien que detuviera mis pasos... intento entrar en el proximo vagon, pero el silbato ha sonado, las puertas se han cerrado... y me quedo solo y vacio, como si la sangre se hubiera caido hasta el fondo de mis pies... esperar otro pasaje: El proximo tren, llegara a esta estacion en siete minutos, reza el asqueroso cartel digital sobre mi cabeza... y me voy tras la sombra del anciano, metido entre mis ojos, su sueter negro deshilachado,de moda en los años cincuenta, sus zapatos negros, rellenos de ron y basura... y sigo andando tras el...saliendo por los tuneles hacia no se que parada, ni me he fijado donde estaba...

Se hace enorme el camino hasta el final, un arco amarillo y blanco que sigue...sigue...continua... eterno,  como las ganas de encontrarte, no se siquiera tu nombre, no se si persigo alguien o solo un sueño, pero se que estas aqui, que tu pagina no esta lejos... me canso de buscarte... de encontrarte... y en mi enorme carrera, vuelvo a hallar la angustiosa figura del anciano... sentado al final del tunel, no se como llego alli, tal vez los tuneles no sean para el, tan desconocidos como para mi... me mira fijamente, y una leve mueca de sonrisa, me hace sentir la necesidad de ofrecerle lo material, pero el me lo impide... coge mi mano que amarran varios euros, y se despide de mi, con un ve con dios y no lo sueltes de tu mano...abri la puerta de cristal, un escalon, dos... tres... y la lluvia... y tu... hoy eres Alma, ayer tan solo una sombra de pelo corto, vestido malva, abrazada a una guitarra... te mire, me miraste, me sonrei por dentro y gire mi marcha... segui tus pasos, divise el viejo, aun parado en el tunel.. y cuando pase a su lado, entre susurros oi, no la sueltes de tu mano...

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