Te cuento una historia...

Te cuento una historia...
la conoci, hace quince años
una fiesta de gala y universidad,
rubia platino, de pelo corto,
mirada suave, vestido hippie a la moda,
tierna como una rama de violetas,
perdida de todos, hasta de si...
jamas hubiera pensado
colgarme de su boca
entre un millon de perchas
y abrigos de suave primavera...
pero me enganche a sus labios,
no se si por alcohol o pasion...
y abrace su cuerpo
me hice de su espalda desnuda
entre mis dedos...


Y al dia siguiente,
dos bancos mas alla
sin una palabra de nada,
sin otro beso de oscuridad,
desaparecio de mi vida..
y no supe mas nada de ella..


Y de pronto volvio a mi...
entre basura de un metro
entre carteras robadas,
entre espacios que el destino
parecia no querer devolverme...
me robaron y la encontre...
Estacion Santo Domingo,
Linea Rojo pasión
Numero 2
una cartera en un basurero
me trajo su rostro
su nombre
y su direccion
en una calle de Madrid...


Y aqui estoy ...
colgado de los adoquines
frente a su portal,
esperando que el destino
me devuelva a su vida,
deseando que la proxima pagina
sea suya y mia...


Las dudas recorren mi ser,
no se como estara,
soltera o casada?
niños o no?
rubia o morena?
Numero 14
Alberto Aguilera 4ºD,


Me acercaria al telefonillo
pero la espero,
se que debe volver,
encontrarla no fue casualidad,
sino una señal
de quien escribe nuestro libro
y si estaba equivocado
no perdere el riesgo de hallarlla,
de volver a ella.


Alguien cruza la puerta...
va sola,
una carpeta bajo el brazo
la misma mirada de ayer
el mismo pelo rubio
y la madurez de unos años,
con un rostro, aun aniñado...


Cruzo la calle,
nervioso,
con las manos entrelazadas
sobre la tinta de un periodico
me acerco, la miro...
me clavo en sus ojos,
pasa a mi lado
me quedo con su perfume
mientras sigue andando...


De espaldas a mi,
se mueve lenta...
Lauraaaaaaa...
se vuelve..
sabia que eras tu...
me responde,
se acerca,
dos besos en la mejilla
inacabables
como si el infinito
fuera aquella calle...
las palabras se bloquean
y el corazon empieza a latir
como un vagon sin destino
o con destino su boca...


Aquella mañana,
todo quedo en un cafe
que no pudo impedir su trabajo,
al dia siguiente
dos sonrisas en un japones...
hoy hace un mes
que todas las noches
me despierto en el sueño
de acariciar su espalda
en el numero catorce
de aquella calle
donde jamas pense vivir...


A veces el destino sabe escribir sus paginas... las mias...

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