Para mis "suaves" labios...
Sin perseguir,
como envuelto de un celofán
gris y negro,
tal vez neutro,
para un fondo de espuma
y un cierto precipicio.
Una sombra,
la suya
y el parque de mi deseo,
desierto de árboles
con el mar por testigo
y mi bandera
en un solo puerto.
Y me envuelvo,
de tu sonrisa abierta
y de tu tez clara,
y me encojo
como un viejo
por el frío,
pegado a tus labios.
Sin buscar fecha,
ni diario
aquí me quedo
escribiendo
erguido y plateado
el boceto de un día,
que no tenía marcado.
Para que seguir
contando el fotograma
de aquel ayer,
cuando aun vivo allá
en un terciopelo
suave y pronunciado,
una lengua vergonzosa
y con destino sus pechos
sin haberlos dibujado.
Te has perdido,
horas que ya no posees,
instantes para salvarse
de otros naufragios,
muecas más cercanas
a las que ahora te hago,
y en la distancia
todo es ideal y velado,
por las fotos
que no me hiciste
por los labios
que has dejado.
No quiero nada,
ni siquiera el deseo
de oír tu boca
susurrando a mi lado,
no muero por un camino
que regrese
al acantilado,
pero tampoco niego
la incertidumbre
de volver a pisar tu mirada
y poseerte sin estrado.
Ahora solo queda pensar,
que no es pesado el viaje,
sino largos los pasos,
para alcanzar esa orilla
que en tu mente se dibuja
y vive en mi boca,
desde aquella noche
de un cercano pasado.