Te cuento lo de ayer?

"Imagina, correr por las calles solitarias de Murcia, con la gente escondida bajo los claustros, el suelo encharcado y resbaladizo y notar como la lluvia moja tu pelo, tus ojos, tu rostro...sentir el agua cayendo por tu ser...y la camiseta cada vez mas mojada. Apenas me daba tiempo a sentir la lluvia, iba bastante ligero, sin apenas sentir la gente, ni lo que me rodeaba, salteando paraguas, de los pocos que se atrevían a pisar las calles...

Pase cerca del río, me fije en las farolas, donde se veía una cortina de agua... cada vez mas imponente, la puerta de los juzgados vacía, con el murmullo de todo lo acontecido durante el día, la pareja que se metía en el hotel, mirando a todos lados, con miedo a ser descubiertos, la gente esperando la cena del típico congreso, los jóvenes pintores bajo el techo de la Glorieta, resguardados de las gotas cada vez mas grandes, pintando no se que oscura sombra, porque apenas se podía divisar nada...

No notaba el frío por mis piernas, mas mojadas cada paso que daba, cruce la Gran Vía, al fondo un millón de coches al otro lado del infinito, saltee el alquitrán y me embadurne del Malecón, las losas sueltas me dibujaron el barro en mi camiseta y en mis piernas...cuatro chiringuitos de los hippies abiertos, con venta tan solo de paraguas, a los locos transeúntes que se movían entre aquellas losetas... dos tristes senegaleses que no tigres, confundidos con la noche...parece que el mundo camina a tu paso, que se mueve todo, que navegas, que sientes el latido de la ciudad, los parques, la gente que se recoge, las luces entornadas, las avenidas muriendo lentamente y tu perdiéndote entre los rincones de las calles...

Sentir cada losa, bajo la penumbra de la noche, aletear bajo el azabache del cielo, persiguiendo no se que libre sentimiento que te transporta donde nadie vive...morir por llegar, donde nace la vida, y pasear cogido de su mano, hasta ninguna meta, sin limite de tiempo ni paisaje, dejándote llevar por no se que bella razón hacia las líneas que te marquen el amanecer de los sentidos, donde habitas tu,  donde empieza a andar el reloj del deseo y se para el mundo..."