CriAtUras

" Le encanta sonreír a su lado, le sale sola es como sentirse siempre en un circo, con los mejores payasos, sin apreturas, sin cogorzas de vino, sin borracheras supinas...le gusta su maleta roja, es pequeña, manejable, como ella, atrevida, diferente, ambigua y sin neutralidad aparente... en una sola definición: diferente... el no creía que viniera y en cambio esta... por fin se decidió a arriesgar y dejar las carencias aposentadas en otros mundos que no son el cauce para el rió que posee, su trabajo, su apoyo a los demás, su generosidad hasta extremos, supina, su educación y estar por todos y en todos los momentos, al final no es sino dejar de quererse, dejar de lado su yo y vivir la vida en los demás, craso error... tiene claro lo que quiere, es practica y creativa, tiene un vagón lleno de ilusiones, solo le hace falta arrancar, echar gasolina, para llegar a ese destino donde nunca pensó estar...

Metió su maleta y se largaron sin rumbo fijo, ni destino, próxima estación, cualquier metro de Barcelona, el fin de semana lluvioso como hacia tiempo, y ellos con dos vaqueros, dos camisas y poco más, tan solo el equipaje interior envuelto de una larga y pronunciada sonrisa de deseo escondida entre su piel...

Llegaron, vieron y sucedieron aquel lugar oscuro y antiguo era majestuoso, unas termas árabes, que había buscado para celebrar no se que cumpleaños, fecha o lo que sea, a Kizette, le encanta sorprender, vivir sin programar, salvo apéndices que hagan imprescindible dejar de pensar... una música tenue, un escueto bikini malva, la oscuridad por testigo, una música azabache, y un calor mas que apetecible, pasada la frontera de la gélida calle... Sostener su cuerpo muerto, en la piscina caliente, rozar tan solo su piel y sentirse deseado en un solo segundo es como desbordar el vaso de los sentidos sin necesidad de ninguna otra palabra donde recrearse... Shara se quedo extasiada, le encanto el lugar, el te, parecía un afrodisíaco, o tal vez eran las ganas de sentirse desnudos e involucrados el uno en la piel del otro...

Salieron hambrientos, pegados de los labios, pintados del calor del agua y de los ladrillos antiguos de aquel soberbio templo del relax, bajo la ciudad... todo se recordaba diferente encima de aquel lugar, el trafico, los taxis, la gente alborotada preparando el fin de semana...y absortas, dos mentes independientes del reloj del mundo, ajenas al lugar y al resto de pasajeros, en una sola dirección, la de procrear sus sentidos, sin temor a nadie, siquiera a su propio cansancio .El la cogía por su trasero en la cintura de su tanga negro que dejaba camino a sentir lo insospechado en un solo instante... acariciaba el lugar donde moría su espalda y comenzaba el génesis de su culo formado y de su infinitas piernas, oteando el horizonte...

Rumbo a la vinya del senyor, una enoteca preciosa, cerca de la catedral del mar, sin urgencia en salvar la lluvia, cualquier rincón era bello, para alejarse de todo...y perderse en su boca, aletear entre sus labios y besar las gotas que uno y otro despedían, sin dejarlas caer, besando los adoquines, en aquel océano de charcos...las manos de Kizette se enredaban con su cabello, peinando el precipicio pronunciado hacia su cuello, donde primero sus dedos, después su boca, tras la que viajaba una lengua infinita de humedad y deseo, tomando en alquiler los rincones de su  cuerpo, mientras sus ojos se cerraban, en la recta hacia ninguna parte, al fondo, majestuosa la catedral , y un sin techo, calado hasta los ojos, con mirada perdida ...la nausea frente a la vida, el crepúsculo, frente al amanecer, la vida y la muerte, el deseo y la infeliz paciencia de quien desespera envuelto del mismo celofán, toda su existencia y acaba con sus huesos, en el pozo mas gris, que haya creado el genero humano...

No se en que universo se encontraban, el de dos seres viviendo con los cinco sentidos, mas otros que despegaban de su cuerpo, se adherían al del otro y lo desnudaban de su camisa blanca, mojada hasta la saciedad...dejando ver el cuerpo de el y el sujetador negro de ella que se perdía en el rastro de sus manos, mientras sus dedos jugaban a esconderse hasta hallar el centro oscuro de su piel, sus extremidades nerviosas avanzaban bajo su camisa, mientras su saliva recorría el interior de su boca, hasta alcanzar la profundidad absoluta, se mezclaba con la suya,intentando unir el desenfreno y el terciopelo de lo deseado, sin importar el mundo que se movía alrededor. ...Se atraían mutuamente, se pegaban, hacían el amor entre la gente, perdiéndose de la multitud y solos inventaban una noche, creaban las horas..."

 (CONTINUARA)

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